Rubín cuestionó duramente al viceministro de Administración y Finanzas, Marcos Elizeche, quien justificó la suba del peaje alegando el incremento de costos en mantenimiento y la necesidad de financiar caminos vecinales, empedrados y puentes. Sin embargo, el legislador refutó estas afirmaciones al señalar que solo el 7% de lo recaudado se invierte en mantenimiento de obras, mientras que las rutas del país se encuentran en un estado deplorable.
“El viceministro de Obras me dice que hubo rutas que hace 30 años no se arreglaban. Además, me comentó que el Ministerio tiene 1.000 funcionarios para arreglar rutas. La mayoría de 50-60 años. Son operadores políticos muy probablemente. Queda claro que la plata de los peajes NO se utiliza para arreglar las rutas. Pagamos y NO recibimos ninguna contraprestación. Inaceptable. Tiene que bajar la tarifa del peaje y tienen que dejar de improvisar”, enfatizó Rubín.
El viceministro Elizeche explicó que el dinero de los peajes también cubre el salario de aproximadamente 1.000 empleados que trabajan en las plantas asfálticas y realizan tareas de bacheo, pintura, limpieza de zanjas y reparaciones. Además, la recaudación se destina al pago de servicios como internet, limpieza y energía eléctrica en las plantas distribuidas en el país.
En 2024, el MOPC recaudó G. 190.000 millones en los peajes, y con el reciente aumento, proyecta recaudar G. 50.000 millones adicionales este año. No obstante, Elizeche admitió que los ingresos no son suficientes para mantener los 13.000 kilómetros de rutas asfaltadas y los 60.000 kilómetros de caminos de tierra del país.
El incremento del peaje ha sido uno de los puntos más cuestionados. En 2024, la tarifa subió de G. 5.000 a G. 10.000 para vehículos livianos y de G. 20.000 a G. 44.000 para vehículos de tres ejes, lo que representa un aumento del 100% y más en algunos casos.
El diputado Santiago Benítez criticó el uso del término “gradual” por parte del MOPC, ya que el aumento fue abrupto y afecta directamente a los ciudadanos. “Deberían hacer como en Minga Guazú, donde la suba fue ínfima y gradual. Apelo a la ministra de Obras Públicas para que se revea esto”, expresó.
A su vez, el senador José Oviedo señaló que parte del problema radica en la falta de control en la recaudación. De los 16 peajes del país, solo nueve cuentan con sistemas automatizados y monitoreo en tiempo real. El director de Caminos Vecinales, Gustavo Garcete, reconoció que cuando asumieron solo siete cámaras funcionaban en los peajes, y gracias a mejoras en el pago digital y control vehicular, cerraron el 2024 con una recaudación adicional de G. 29.243 millones.
El MOPC defiende la necesidad del aumento al señalar que el costo de los materiales y servicios ha aumentado considerablemente en la última década. Según los datos presentados, el cemento subió un 70%, la arena lavada un 20%, el gasoil un 30%, la pintura y pavimento un 46%, las tachas reflectivas un 43% y el dólar un 68%, mientras que el índice de precios de maquinarias creció un 44%.
El viceministro Elizeche argumentó que la recaudación de USD 25 millones por año es insuficiente para sostener el mantenimiento vial y que, si todo el trabajo se tercerizara, se necesitarían USD 130 millones. Además, señaló que no quieren recurrir a más endeudamiento para mantenimiento, sino utilizar los recursos de los peajes, con el objetivo de que los préstamos se destinen exclusivamente a nuevas rutas.
“Queremos que ese endeudamiento sea para rutas nuevas. La Ruta 9 y la Ruta Transchaco, por no hacer los mantenimientos, tuvimos que construir una ruta nueva al lado, porque por falta de mantenimiento se vino abajo”, justificó.
A pesar de las críticas, el MOPC mantiene su postura de sostener el incremento tarifario en los peajes de Ecovía, Caapucú y Coronel Bogado. Sin embargo, las denuncias de Rubén Rubín y otros legisladores ponen en entredicho la transparencia en el manejo de estos recursos.
Mientras el Ministerio alega limitaciones presupuestarias y necesidad de financiamiento, los cuestionamientos apuntan a una realidad evidente: los conductores pagan, pero las rutas siguen en mal estado.
El Nacional