Los dos goles que sellaron la victoria fueron obra de Miguel Martínez, un delantero destacado que se convirtió en el héroe de la jornada. La semifinal y final del torneo se vivieron con gran intensidad, y Paraguay demostró un juego sólido y cohesionado, superando las expectativas de muchos. Este triunfo no solo significó el primer título mundial para Paraguay en esta disciplina, sino que también sentó las bases para su reconocimiento internacional en el ámbito del fútbol de salón.
Entre los jugadores que brillaron en esta hazaña, se destacó Silvio Arevalos, conocido como "el chico maravilla". Originario de Pedro Juan Caballero, Arevalos ofreció un rendimiento excepcional durante el torneo, contribuyendo significativamente al éxito del equipo.
La victoria en 1988 representó un hito importante para el deporte en Paraguay, inspirando a futuras generaciones y consolidando la pasión de los paraguayos por el fútbol de salón. Desde entonces, el país ha seguido cultivando su tradición en este deporte, logrando a lo largo de los años otros títulos internacionales, y convirtiéndose en una potencia en la disciplina.
Así, Paraguay no solo celebró un triunfo deportivo, sino que también reafirmó su identidad y su amor por el fútbol de salón, una herramienta de unión y orgullo nacional, que aún resuena en el corazón de sus aficionados.
#pedrojuansportts
#pedrojuandigital
@danifiguesti