Según la óptica del Precandidato, contando con estos elementos vitales para el progreso de cualquier región, se estará facilitando la instalación de industrias que generarán manos de obra y por lógica consecuencia ingresos económicos a las familias. Citó primeramente la probabilidad de instalar más frigoríficos de carne vacuna y un rubro que está ganando mercado como es la carne de cerdo.
Durante su alocución, siempre refiriéndose a la instalación de industrias, mencionó un punto por demás importante que de volverse realidad, reactivará en gran medida el sector comercial fronterizo, sector que desde hace más de 100 años, es la principal fuente de ingreso en las ciudades fronterizas del departamento de Amambay.
El economista Santiago Peña, al tiempo de mencionar la instalación, en la era Horacio Cartes, de una mesa de diálogo con el Brasil para trabajar en forma coordinada, mencionó el Asia, más específicamente, China, viendo la posibilidad de que industrias instaladas en ese país se instalen también en el Amambay, que de seguro requerirá una gran cantidad de mano de obra.
Si nos ponemos a dimensionar los alcances que podría tener la instalación de industrias de productos chinos en la región, vamos a llegar a la conclusión de que el movimiento de compristas provenientes desde el Brasil será incesante, pues bien sabido es, que gran parte de los productos que se comercializan en la frontera, son importados de China, y al ser fabricados en Paraguay, con la misma tecnología, los precios al público serán mucho más bajos y altamente competitivos, eso sin contar con la posibilidad de poder exportar como producto de Mercosur.
De igual manera, si se cierran las negociaciones con el Brasil y la empresa fabricante de jeringas “SR”, es un fiel ejemplo, se podrán instalar industrias brasileñas que fabriquen los mismos productos que se consumen en Brasil, con calidad y tecnología, que podrían ser exportados al vecino país, como producto del Mercosur, a un costo por debajo del 40% de los que se ofertan en Brasil.
Por ejemplo, un calzado, del tipo que sea, de una marca reconocida, cuyo costo de fabricación sería de 50 reales, por dar una cifra, fabricado en Paraguay con la misma tecnología y calidad, tendrá un costo de producción de 30 reales o menos, dependiendo del rubro que sea, y ajustado a la Ley de Maquila, el costo de exportación será ínfimo.