Alexis Ramón Ortega, quien se dirigía a su trabajo en motocicleta, fue embestido el 11 de agosto por un automóvil conducido por Mattias Gabriel Iturbe López, un joven de 21 años. Luego del accidente, Iturbe López se presentó ante las autoridades, pero rápidamente obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria. Esta decisión fue recibida con descontento por parte de la familia de Ortega, que exige que se revoquen dichas medidas.
Joaquín Ayala, portavoz de la familia, expresó su deseo de que el juez reconsidere su fallo y imponga al conductor al menos seis meses de prisión. La familia no solo busca justicia penal, sino también que Iturbe López se haga responsable económicamente por los daños ocasionados, particularmente en beneficio de la viuda y la hija del guardia fallecido.
Entre los reclamos de la familia se encuentra la acusación de omisión de auxilio por parte del conductor. Ayala sugirió que el giro imprudente de Iturbe López podría haber contribuido al accidente, subrayando la importancia de la atención al entorno al conducir. Además, no se descarta que el joven hubiera estado bajo los efectos del alcohol al momento del siniestro.
La falta de acercamiento y arrepentimiento por parte de Iturbe López hacia la familia de Ortega ha intensificado el dolor y la frustración de los manifestantes. La movilización es un llamado a la justicia en un contexto en el que muchas familias enfrentan la pérdida de un ser querido y la búsqueda de respuestas ante la pérdida ocasionada por la imprudencia al volante. El caso pone de relieve la necesidad de una revisión exhaustiva de las decisiones judiciales en situaciones que involucran la vida y la seguridad de las personas.
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