La víctima, Dyone Ramão Fleitas, de 43 años, era originario de Tacurú, un municipio del estado de Mato Grosso do Sul, Brasil. Su muerte se produjo de manera violenta, recibiendo un total de doce disparos que fueron confirmados por la médica forense Jane Oliveira tras el examen del cuerpo en la morgue del Hospital Distrital local.
Las circunstancias del crimen son alarmantes, ya que el uso de armas de fuego en la zona plantea preocupaciones sobre la seguridad ciudadana. La policía recogió en la escena del crimen once vainillas de cartuchos de 9 milímetros, lo que sugiere que el ataque fue llevado a cabo con un arma de fuego de alto calibre. Además, se encontró un teléfono celular que podría aportar información relevante sobre las circunstancias del asesinato y su autor.
El agente fiscal de turno, Leonardo Cáceres, ordenó la entrega del cuerpo a la tía de la víctima, proporcionando así el primer paso en el proceso de duelo para la familia afectada. El asesinato de Dyone Ramão Fleitas se suma a una creciente preocupación por la violencia en la región y la necesidad urgente de abordar el problema de la seguridad pública en Capitán Bado y sus alrededores.
Este trágico acontecimiento no solo enluta a la familia del brasileño asesinado, sino que también destaca la importancia vital de implementar medidas de seguridad efectivas para proteger a la comunidad de futuras violencias similares.
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