História : 23 de abril: DIA DEL JINETE PARAGUAYO
23/04/2023 / História / Visitas: 20409
“Alguna vez se ha de escribir la historia de la caballería paraguaya, - como dijera el cantor de las glorias nacionales, el insigne historiador Juan E. O´leary - y entonces se verá que sus hazañas no admiten paralelo y que sus glorias superan a los de más afamados Jinetes de América”.

“Y se verán que ni los llaneros de Páez, ni los gauchos de Güemes, ni los lanceros de Artigas, ni los granaderos de San Martín, superaron jamás el heroísmo de aquellos centauros guaraníes, cuyo formidable empuje nadie puede detener y cuya audacia sin límites tiene hoy fama de leyendas”.
 
“Hombre de inmensa talla - dice el Gral Garmendia - con la tez cobriza y la mirada altiva, el pesado morrión echado atrás y el brazo musculoso, levantado, blandiendo el filoso sable, aquel sable, que nos recuerda los hachazos de Waterloo; las nervudas piernas, oprimiendo el flanco de los potros recién domados, que desbocados se arrojaban sobre nuestros soldados, no oyéndose sino la voz animosa de sus oficiales y el repiqueteo de aquellas inmensas espuelas nazarenas que sangraban los hijares de sus torpes redomones. Avanzaban rápidos, levantando una nube de agua en los esteros cuando cruzaban en espantoso desorden”.
 
“La metralla abría claros inmenso en sus escuadrones, pero una disciplina de hierro cerraba aquellos claros con una rapidez digna de encomio. Veloces como rayo, se lanzaban sobre nuestros cuadros, haciendo flamear sus banderas sobre las cabezas de nuestros soldados, mientras los largos y filosos corvos realizaban su siniestra obra de exterminio".
 
“Pero esta Caballería de la que habló Garmendia era la de los días felices de nuestro esplendor guerrero. Esos Jinetes de la apocalipsis eran los gigantes del “2 de mayo”; eran los de la cargas asombrosas de Tuyutí, pero mucho más dignos, más admirables fueron los que vinieron después; los que enflaquecidos por el hambre y castigados por las miserias supieron acrecentar aún más el prestigio guerrero de la gloriosa Arma de Caballería luchando sobre famélicos rocines, a los que parecían infundir los alientos de su energía, transfigurándose y transfigurándolos en las horas terribles de las temibles pruebas”.
 
Así cruzaron como rayos los campos de batalla, el General Caballero, Ignacio Genes, el fantasma del abordaje; Valois Rivarola “jinete alado y fiero”, José Dejesus Martínez “centauro de ñeembucú”; Matías Bado “héroe mitológico”, Felipe Toledo “octogenario héroe de Ita Ybate”, Vicente Mongelós, José del Rosario López, y tantos otros que ganaron el respeto y la admiración de nuestros soldados y de sus tenaces enemigos.
 
Como el ave fénix de sus cenizas, a la sombra fatídica de una nueva guerra, de sus sepulcros resucitaron aquellos héroes legendarios para presidir con el ejemplo de su bravura y heroísmo la marcha triunfal de la Caballería del Chaco, reverdeciendo los laureles conquistados por el arma en la Guerra Grande.
 
Las unidades que participaron en la contienda chaqueña fueron: el RC 1 “Cnel. Valois Rivarola”, el RC 2 “Cnel. Felipe Toledo”, el RC 3 “Cnel. Vicente Mongelós”, el RC 4 “Acá Carayá” el RC 5 “Acá Verá”, el RC 6 “Gral. Bernardino Caballero”, el RC 7 “San Martín” integrado en parte por voluntarios argentinos, el RC 8 “Gral. Pedro Duarte” , el RC 9 “Cap. Matías Bado” y el RC 10 “Coronel Oviedo”.
 
Pero la unidad símbolo del arma, que brilló con luz propia, fue el RC 1 “Cnel. Valois Rivarola”, apodado los “diablos vedes” y su grito característico “listo valois”. Después de su eclipse fugaz en Platanillos, en noviembre de 1932, el Mayor Alfredo Ramos su comandante, en la batalla de Zenteno- Gondra, solicitó el honor de realizar el asalto de ruptura de las posiciones enemigas para borrar el baldón inmerecido del estandarte del glorioso Valois , así, como en Campo Aceval, Puesto “J”, y otros puntos de la geografía chaqueña que marcaron los laureles conquistados por el legendario regimiento.
En 1934, llegó a la cúspide de su fama guerrera, realizando con otros, la increíble campaña relámpago de Picuiba-Carandayty, en una marcha de 150 km en 10 días, en medio del inmisericorde desierto.
 
Luego de la magistral acción retardatriz desde el frente de Carandayty, donde acosado y encabezando a la 6ª DI en la salida del 1er cerco de Ysyporenda y apenas tras un breve respiro, realizó la ruptura del 2º cerco de Algodonal, sellando luego su fama definitiva en la ruptura del cerco de Yrendagué.
 
Terminada la maniobra de La Faye, a partir de ese punto, y de nuevo en una en la batalla de Picuiba-Yrendaguea, llegó esta vez hasta las estribaciones andinas coronando para siempre su merecida fama y prestigio guerrero con la magnífica victoria de Mandyjupecuá, brillante acción con que conquistó, el honor de ser la única unidad en ser condecorada en el campo de batalla.
 
Ésta es la caballería de la Guerra del Chaco, que reeditando las proezas de sus mayores, se cubrió de laureles inmarcesibles, combatiendo con la misma gallardía y determinación de siempre desde Pitiantuta hasta las estribaciones andinas.
En este día feliz, lleguen mis más cordiales saludos y felicitaciones
a todos los componentes de la gran familia de la Caballeria reafirmando nuestro compromiso de que “mientras haya un caballo, un jinete y una lanza siempre habrá un laurel más para la patria”.
 
COMPILACIÓN: Gral (SR) Lelín Ferreira Costa
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