El pueblo clama por vida digna, por justicia, por alimentos, por vivienda, por salud, por educación. Estos reclamos son sus derechos humanos fundamentales que son escamoteados por dirigentes corruptos. Autoridades que ya hace tiempo perdieron el respeto al ser humanos. Personajes crápulas, inescrupulosos y profundamente deshonestos. Autoridades que contaminaron toda la sociedad pedrojuanina, que degradaron la moral, que fundieron los valores, que afanaron el dinero de la gente. Personajes sucios que se prevalecen de la impunidad gritante que impera. Autoridades que conformaron el sistema corrupto más abominable. Que se ríen, se mofan del humilde y se alían con poderosos lavadores de dinero mal habido; que ostentan la riqueza, que se presentan con petulancia, con soberbia. Persecutores de gente honesta y sabia quien les hace frente NO CON SUS ARMAS sino con el arma decente del enfrentamiento que posibilita el poder que tiene la prensa.
Nunca, NUNCA, podrán explicar la riqueza que demuestran, que ostentan descaradamente. Ese dinero, esa riqueza que tienen lo robaron del pueblo. Y un día no muy lejano han de caer como frutas maduras, como hojas secas. Porque es insoportable e indignante ver a compueblanos “sobreviviendo” de migajas, de las miserias causadas por estos políticos mentirosos y viles.
Siempre afirmamos que detrás de cada gran fortuna hay un gran delito. Esto se evidencia en nuestra comunidad. Porque personajes mediocres e insignificantes pero extremadamente corruptos, son electos como autoridades por un pueblo pordiosero y susceptible de ser engañado fácilmente porque carece de educación y SI PADECE DE MUCHAS IMPOSTERGABLES NECESIDADES.
Escuchamos decir a representantes del pueblo de que para ser elegido como autoridad basta con disponer de mínimo cinco millones de dólares. Y porque gastar tanto si en cinco años de mandato no van a percibir ni la mitad de esa suma como honorarios?
Si elegimos a los mismos políticos corruptos de siempre, ese es un mensaje muy claro de que no queremos un cambio. La indignación y el desencanto del pueblo son conocidas y con toda razón ya que las conductas de sus miserables autoridades lo provocan.
La convivencia sana y tranquila es aun el mayor patrimonio que tiene el pueblo que debe evitar que se deteriore o se erosione, que debemos defenderla, cuidarla, protegerla; con responsabilidad y mucha convicción. Somos todos responsables del futuro de la sociedad. No nos cabe ser omisos y si actuantes dinámicos de la transformación. Que se recuperen los valores, la dignidad, que sepamos votar, que sepamos elegir. Nos conocemos todos en la ciudad. Sabemos quién es quién. Y si lo volvemos a elegir a un corrupto de entre tanta gente decente y honesta que tenemos somos irremediablemente idiotas, inútiles y cretinos.
El pueblo sabe, el político más aun, de que servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta NO YA INMORAL, sino CRIMINAL Y ABOMINABLE. Entonces si el pueblo vota al corrupto lo está legitimando, lo está justificando y se torna responsable como ellos. El pueblo debe saber que cuando mayor la riqueza, más espesa la suciedad. No olviden que la mayoría de los políticos son hombres pervertidos no tanto por la riqueza como por el afán que tienen de riqueza.
Si nuestras autoridades no son controladas por la opinión pública entonces serán más corruptas y déspotas y la manzana podrida pudre a su vecina. El poder contamina todo, es toxico.
Para finalizar, decimos que el corrupto odia a quien no lo es y lo enfrenta y demuestra de que SI ES CORRUPTO. Al pueblo pido que cuando vea la corrupción, cuando vea una injusticia, que hable. No simplemente quedemos callados o nos desentendamos de la situación, porque la corrupción es peor que la prostitución, porque esta puede poner en peligro la moral del individuo, pero la corrupción invariablemente pone en peligro la moral de toda nuestra querida comunidad.
Por Prof. Lic. Osvaldo Paniagua
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