Observar todos los días en la noticia que los dirigentes de la cúpula dirigencial copando todos los espacios de poder para su parentela es de causar repugnancia. Desde el vice presidente de la república, pasando por diputados y senadores llenando las oficinas de hijos, sobrinos, cuñados, suegro, etc., es lo más rastrero que se vio en los últimos años.
Sin embargo, la dirigencia que peleó voto a voto para garantizar la victoria en las elecciones pasadas no se le da ni las muchas gracias.
Es actitud no quedará impune, en la siguiente contienda electoral se pasaran las facturas correspondientes, creando un panorama sombría con relación a las elecciones municipales.
A nivel local también hay un claro copamiento de los espacios de poder por la parentela de los principales dirigentes y autoridades electas. Todos los principales cargos está en mano de parientes.
La Gobernación no escapa de esa práctica nefasta en dónde se observa que toda la parentela del gobernador Juancho está ubicada en los mejores cargos e incluso colocó a los amigos habitué del Club Social Amambay, mientras que la dirigencia fueron dejados de lado.
La tendencia es que el descontento vaya en aumento a nivel nacional y eso coloca el "jaque" el destino de las elecciones municipales venideros.
