Gómez Caballero sostiene que, desde su perspectiva, el Ministerio Público, el Poder Judicial y la Policía Nacional han estado históricamente al servicio de las actividades delictivas en la región. Sin embargo, la situación ha escalado a un punto crítico donde estas entidades han dejado de ser meros cómplices y han pasado a convertirse en actores directos de la violencia, como lo evidencia el asesinato del diputado Eulalio Gómez en su propio hogar.
La frase "Terrorismo de Estado" empleada por el periodista sugiere que las acciones del gobierno no solo son ineficaces, sino que se han convertido en una amenaza contra la seguridad y la vida de sus ciudadanos. Esta declaración resuena no solo en la frontera, sino que también plantea inquietudes sobre el estado de derecho y la protección de los derechos humanos en Paraguay.
Aníbal Gómez Caballero concluye su reflexión con un toque de desesperanza, cuestionando qué más se puede esperar de un sistema que, en lugar de proteger, parece perpetuar la violencia y el terror. Este llamado de atención invita a la sociedad civil y a las autoridades a reflexionar sobre la situación crítica que atraviesa la región y a buscar soluciones que restablezcan la paz y la justicia en Pedro Juan Caballero.
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