La OTAN se declaró ayer lunes “en estado de alarma” y envió aviones y navíos para “reforzar la disuasión y la defensa” en la frontera con Ucrania mientras Rusia, que acusó el lunes a la OTAN y a Estados Unidos de “exacerbar” las tensiones, continúa con su acumulación militar en y alrededor de Ucrania.
Los europeos parecen estar inquietos por el presunto alarmismo de los estadounidenses, que consideran inminente una ofensiva rusa. Consultado sobre ese tema el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, aseguró: “No vemos las discrepancias de las que están hablando. La amenaza que vemos no solo es clara para nosotros, lo es para todos los observadores”.
Poco después de una videollamada de una hora y veinte minutos con varios líderes de países e instituciones europeos, el presidente estadounidense, Joe Biden dijo que se trató de una “muy, muy, muy buena reunión” en la que hubo “unanimidad total con todos los líderes europeos”. En un tuit posterior, Biden aseguró que los líderes habían conversado sobre “los esfuerzos conjuntos para disuadir una mayor agresión por parte de Rusia, como los preparativos para imponer duros costos económicos a Rusia y reforzar la seguridad en el flanco este” de la OTAN. (Con información de Página 12)